La vida es real sólo cuando Yo Soy; Gurdjieff.

EL RECUERDO DE SÍ

JBMM1

EL RECUERDO DE SÍ

Ninguno de ustedes ha advertido lo más importante

que les he señalado, es decir,

ninguno de ustedes se ha dado cuenta

de que no se recuerda a sí mismo…

Recuérdense a sí mismos siempre y en todo lugar.

George Gurdjieff

El esfuerzo de recordarse a sí mismo

es lo principal, porque sin él

lo demás no tiene valor alguno,

debe ser la base de todo.

Peter Ouspensky

Cuando empezamos a ver

que sólo podemos recordamos a nosotros mismos

por pocos segundos cada vez,

nos parece que (esta recordación de sí mismo)

puede descuidarse, pero lo que debemos entender

es que es difícil precisamente porque es el inicio de un estado nuevo. Si fuera fácil, los resultados

serían inmediatos y entonces no podría tener la importancia que tiene. Rodney Collin

EL RECUERDO DE SÍ

No es fácil hablar del recuerdo de sí porque, en su expresión más elevada, no es un proceso verbal. El recuerdo de sí es una idea que, en realidad, no había salido a la luz con su propio nombre sino hasta el siglo veinte. Todos nos hemos recordado a nosotros mismos antes de encontrar el sistema, pero no sabíamos cómo llamarlo y, lo que es más importante, no lo valorábamos. Cuando uno está recordándose a sí mismo está creando su sí mismo, es decir, su cuerpo astral. Nuestras vidas se componen de muchos momentos normales y corrientes, así como de muchos milagros normales y corrientes. Gran parte del recuerdo de sí consiste en reconocer lo sublime en lo común. Debemos acordarnos de apreciar la naturaleza simple y discreta del recuerdo de sí. Es lo opuesto de la vida, que clama por nuestra atención indivisa. Ouspensky decía que solos no podemos conocer nuestra situación, que alguien debe enseñarnos. Alguien debe ayudarnos a comprender que el significado oculto de la vida sobre la Tierra es crear un alma a través del infatigable proceso del recuerdo de sí. También decía que debemos darnos cuenta de que hemos descubierto el punto débil en las paredes de nuestra mecanicidad, el «talón de Aquiles» de la máquina. La idea principal del sistema es el recuerdo de sí, una idea completamente ignorada por la psicología occidental. Dentro de la cultura occidental, tan sólo en la literatura podemos encontrar el concepto de penetrar el presente. Una de las mejores formas de trabajar con el recuerdo de sí es eliminar todo lo que no sea recuerdo de sí. Paradójicamente, hay que recordarse a sí mismo para lograrlo. Tampoco debemos buscar una sola definición del recuerdo de sí, porque es muchas cosas. El recuerdo de sí ha tenido muchos nombres bellos a través de los siglos. William Shakespeare dijo: «La rosa, con cualquier otro nombre, tendría el mismo aroma». A lo largo de la historia han existido muchos hombres inmortales que no conocieron la expresión «recuerdo de sí». Nos hemos involucrado en algo agradable y desagradable a la vez. Separarnos de estas dos experiencias y no entregarnos a ellas nos da la vida. El recuerdo de sí es la única actividad en la Tierra que no es biológica.

No podemos comprender el recuerdo de sí en media hora, ni podemos describir en un día lo que trae consigo. El recuerdo de sí es el gran misterio de la vida orgánica sobre la Tierra; no podemos esperar que la sabiduría objetiva, oculta durante siglos, sea fácilmente comprensible. El recuerdo de sí es una labor de dieciocho horas al día. Debemos trabajar con un obstáculo en cada hora: si no es con la no-existencia o con el poder, será con la imaginación, con la consideración interna o con la identificación. Nada sustituye el recuerdo de sí, y esto es una noticia difícil, pero también buena. El centro intelectual comparte sus experiencias hablando de ellas, porque el lenguaje es su único medio de comunicación. Y así, debemos usar palabras para penetrar un estado divino sin palabras. Ouspensky nos advierte que el recuerdo de sí no es una actividad mental y que el conocimiento no puede sustituirel recuerdo de sí. La función correcta del centro intelectual es describir y clasificar los fenómenos; aunque las descripciones que hacemos de los objetos no son los objetos en sí mismos. CUANDO ESTA ACTIVIDAD OBSTACULIZA EL RECUERDO DE SI ES TRABAJO INCORRECTO.

Los hombres número cuatro deben limitar el tiempo que utilizan para pensar en ideas, porque el recuerdo de sí desaparece rápidamente detrás de las palabras. Harriet Beecher Stowe aconsejaba a la g

RECUERDO DE SI

ente detener el pensamiento y contentarse con ser, en verdad, PERCIBIR LA IMPRESIONES QUE NOS RODEAN YA ES BASTANTE MILAGROSO percibir las impresiones que nos rodean puede ser ya bastante milagroso. La mente formatoria trata de reducir un tema a una definición absoluta. Desea definir el recuerdo d

e sí como si los centros superiores fueran una experiencia limitada. Pero el recuerdo de sí comprende muchos aspectos. Saborea el vino, mira las flores, escucha la música. Resulta extraño que esté siempre muy cerca, aunque tome muchas formas variadas. Es la consideración externa, la no identificación, la no expresión de emociones negativas, el sufrimiento voluntario y, sobre todo, la transformación del sufrimiento. Cada una de estas experiencias es un matiz del recuerdo de sí. El sí mismo también puede ser evocado en momentos de peligro o en medio de una gran belleza.

ROBERT EARL BURTON

Una respuesta

  1. Alejandra

    El recuerdo de si es una actividad compleja y no es una actividad mental, únicamente, ya que compromete además a los otros centros y a lo superior en cada uno, que es el «si mismo», el pasajero de la carroza. Cuando uno se recuerda, lo tiene que hacer desde lo emocional y lo corporal también, pero «el que recuerda» no es el mismo que «el recordado». Es decir uno normalmente vive situaciones, en ese momento tiene que lograr observación de si, en o durante la situación, así se toma consciencia de si, uno se convierte en un observador de ese que experimenta la situación. En una suerte de desdoblamiento me «veo» imparcialmente al mismo tiempo que reacciono (obvio que el que observa es lo superior en uno, el sí mismo y lo ve como una teatralización, no interviene, pero registra lo que ocurre, para conocer a ese «yo» q se activó, a ese personaje), ahí están en actividad todos los centros. Cómo me siento?, porqué reacciono?, qué sentimientos surgen?, que debo hacer ?, qué quiero hacer? Uno con suerte descubre así un automatismo, el «yo» que está activo en ese momento. Cuando uno hizo consciente esa forma de reaccionar o a ese «yo», lo conoció formalmente, sabe que está ahí. Comprende que puede reaccionar en cualquier momento y tomar el mando. Pero también puede hacer algo, puede etiquetarlo, le pone un nombre, por ejemplo el yo Justiciero, o el yo Indignado, etc. y genera con él una suerte de link a una alarma. Luego se crea así la posibilidad del recuerdo de si q al experimentar una situación similar, si uno está consciente y registra lo que está ocurriendo con si mismo, advierte que se activó un «yo» en particular, se activó la alarma, con lo cual puede pasar que uno no atienda las señales y comience a reaccionar como de costumbre tomado por el yo personaje o tal vez le guste reaccionar así por lo que logra o decida que eso ya no le interesa, y funde una nueva postura ante lo mismo, que al ser consciente puede ser más apropiada
    . Ya no es el mismo que está ante lo mismo, La situación puede desencadenarse desde lo mental, lo emocional, o lo físico, pudo haber hecho rasgo con cualquier aspecto pero es el mismo link q conecta con ese «yo» que le hace tomar una determinada actitud o reacción. Generalmente inconsciente que se puede manifestar en lo corporal, por ej tensión, agitación, desde lo emocional puede experimentar dolor, desasosiego, desde lo mental, la racionalización de lo que uno cree que está ocurriendo. Y así a través del recuerdo de si se logra tomar conciencia que lo común es que uno reaccione de la misma manera que de costumbre pero que también tiene la posibilidad de modificarse conscientemente, gracias a un trabajo personal y atento con uno mismo y mucha voluntad. Sencillo no?.

    1 enero, 2013 en 23:44

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