La vida es real sólo cuando Yo Soy; Gurdjieff.

Rodney Collin

 

EL DESARROLLO DE

LA LUZ           CAPITULO 3. EL SISTEMA SOLAR

 

Circulación de la luz dentro del sistema Solar vista desde la Tierra

 

 

I– EL CUERPO LARGO DEL SISTEMA SOLAR

Tal como lo concibe el hombre, el Sistema Solar consta de una gran esfera radiante,

alrededor de la cual, a intervalos armonicamente crecientes, como las ondas formadas por

una piedra lanzada al agua, se encuentran las orbitas por las que giran otras esferas mas

pequenas y que no son radiantes. Como la piedra al chocar con el agua, esta esfera

radiante central o Sol, parece ser la fuente de energia por la que se crea todo el fenomno.

Con un diametro que quiza es un diez milesimo del de su sistema entero, esta asi casi

exactamente en la misma relacion con su vasto campo de influencia, que el huevo humano

con el cuerpo que crecera a sus expensas. Y puesto que en ambos casos lo menor da origen

a lo mayor, la concentracion o intensidad de energia, debe ser de un orden analogo.

Como anotamos, las orbitas concentricas de las esferas dependientes, o planetas, estan

relacionadas armonicamente de acuerdo a una ley llamada de Bode. Tomando el desarrollo

geometrico 0, 3, 6, 12, 24, 48, 96, 192 y agregando 4 a cada numero, logramos una serie

que representa mas o menos las distancias entre las orbitas planetarias y el Sol.

Los planetas varian de tamano entre si – creciendo en general desde el mas pequeño,

Mercurio, que está más cerca del centro, hasta el mayor, Jupiter, a mitad de la distancia

entre el centro y la circunferencia; y, luego, disminuyendo otra vez hasta el planeta mas

exterior conocido (Pluton), que es algo mayor que Mercurio.

II -Esta circulación de luz es un movimiento desde la máxima brillantez que conocemos –la del Sol– hasta la invisibilidad y, nuevamente, hacia la brillantez. En esa pulsación entre la oscuridad y la brillantez, están constantemente implicadas todas las partes del Sistema Solar, como

todas las partes del cuerpo humano están constantemente implicadas en la pulsación entre las arterias cargadas de oxigeno y las venas carentes de aquel.

.Pero como se efectúa esta circulación? El Sol emite la luz como el corazón bombea la sangre.

.Pero que ocurre después?

Como se manifiesta esta pulsación de lo radiante y lo oscuro?

Al círculo que muestra los siete cuerpos celestiales, permítasenos agregar cifras que representen su magnitud promedio. Después unamos la serie interna y luego la externa en orden de brillantez.

Si ahora unimos, además, los dos puntos más brillantes que representan a la Luna y a Júpiter y los dos puntos menos brillantes, que, representan a Saturno y Mercurio, y si hacemos que el punto de intersección represente en la primera línea la máxima brillantez que conocemos, como

es la del Sol (mag. −27.6) y en la segunda el punto de invisibilidad (mag. 6), encontraremos que la figura toda (142857) se ha convertido ahora en una escala corrediza de brillantez.

Principiando en el punto de invisibilidad y yendo hacia Saturno, subimos toda la escala de brillantez celeste hasta alcanzar al Sol; entonces, mas allá, declinamos nuevamente hacia el punto de invisibilidad de donde empezamos. Posteriormente, podemos delinear sobre esta línea

el encendimiento y apagamiento de los diferentes planetas en magnitud, descrito en la última sección, y mostrar así su movimiento individual hacia atrás y hacia adelante, dentro de la circulación genera.

Y, finalmente, podemos ver en la intersección de las dos líneas como la

máxima brillantez en una línea coincide con la invisibilidad en la otra; es decir, como todos los planetas deben desaparecer de la vista en su conjunción con el sol.

La misma figura también indica, si podemos leerla, la dirección del desarrollo de cada uno de los planetas. Vemos, por ejemplo, como Mercurio se  mueve hasta una invisibilidad creada por la

brillantez del Sol, mientras que Saturno emerge de una invisibilidad creada por la distancia.

Vemos como Júpiter se desarrolla por si hacia la radiación de un Sol, en tanto que la Luna es un vástago reciente de tal radiación.

De hecho esta extrana cifra –142857 (circulación del eneagrama de Gurdjieff)– puede explicarnos una infinidad de cosas, porque en ella hemos tropezado con una curiosidad matemática que oculta en realidad una de las leyes fundamentales del universo. Cuando la unidad se divide entre siete este decimal recurrente resulta: 0.142857. Y cuando un cosmos completo se divide entre su principio de vida y sus seis funciones, es precisamente la secuencia de este numero la que representa la relación entre ellos.

Si, por ejemplo, consideramos que el decimal esta compuesto de seis cantidades separadas, asi:

.1

.04

.002

.0008

.00005

.000007

entonces tenemos entonces tenemos una serie que parece representar la masa relativa de los órganos que controlan

las varias funciones en un cosmos. Es esta secuencia la que explica la extraordinaria variación

en masa –que monta hasta cientos de miles de veces– entre las glándulas que controlan al cuerpo, aunque parecen jugar papeles aproximadamente iguales. En el Sistema Solar explica la misma extraordinaria variación en masa de los principales cuerpos celestes, desde Júpiter (.001

de la masa del Sol) y Saturno (.0003), hasta los mayores satélites, que promedian solamente.00000007. Y mediante ella podemos ver como la masa total de planetas, asteroides, lunas y cometas que componen el todo, esta infinitamente dividida.

Sin embargo, en el presente estudiamos esta cifra como un símbolo de la circulación de la luz dentro del Sistema Solar. Y ahora vemos que es la circulación de luz la que conecta todas las partes de este sistema con todas las otras partes, la que lleva todas las posibilidades a todas

partes. Exactamente como la circulación de la sangre une todos los órganos del cuerpo humano

y hace de ese cuerpo un sólido, en lugar de una armazón vacía; o la circulación del habla conecta diferentes tipos y hace de ellos un grupo en lugar de un numero de individuos aislados, así la circulación de la luz hace del Sistema Solar un sólido, en vez de una colección de esferas

remotas e independientes.

Precisamente porque es un sólido así, ninguna parte está separada de ninguna otra y el todo es accesible a aquel que pueda descubrir el secreto.

 

 

 

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